Cada cristiano es un iconógrafo.
Iconoclasia ha sido un problema desde hace muchos siglos y hoy en día sigue siéndolo.
Si bien es cierto que en nuestros días ya no se destruyen los iconos como solía ocurrir en los siglos VIII y IX, Sin duda, podríamos decir que, en cierto sentido, hay una lucha permanente contra la imagen de Dios inscrita en cada corazón.
Ya ves, los seres humanos fueron creados a imagen de Dios, y el pecado funciona dentro de nuestros corazones tratando de manchar o destruir esta imagen ...